En España no se conocen vidrieras pintadas con anterioridad al siglo XIII, pero sí notables pinturas murales de estilo románico y otras sobre tabla desde el siglo XI aparte de las miniaturas de códices de anteriores fechas. Siguió el estilo de tales miniaturas con poca diferenciación aunque mejorando un tanto el dibujo desde el siglo XII y disminuyendo la ornamentación fantástico como se puede observar en el libro de los Testamentos de la catedral de Oviedo y en algunos otros códices de dicha centuria. Como ejemplares de pintura mural románica se citan entre otros los siguientes:
- en Cataluña, las pinturas absidiales de iglesia que pertenecieron a monasterios de la época, tales como
- el de Mur (cerca de Tremp)
- el de Monasterio de Santa María de Aneu
- los de San Climent y Santa María de Taüll
- el de San Pedro del Burgal
- las semibizantinas de la iglesia de San Quirce de Pedret (Berga, Barcelona), del siglo XII
- el precioso mosaico de Santa María de Ripio (Gerona), del siglo XI
- en Castilla-León
- las pinturas al temple que llenan los muros de la ermita de San Baudelio en Casillas de Berlanga (Soria), representando episodios evangélicos y cacerías, del siglo XII
- las que decoran el Panteón de los Reyes en León con sus escenas evangélicas, signos del zodiaco y otros elementos ornamentales, también del siglo XII
- las figuras de la iglesia del Cristo de la Luz en Toledo, del mismo siglo
- en Galicia y Asturias
Las pinturas sobre tabla se admiran en varios antipendios o frontales de altar (quizá, retablos) pertenecientes a los siglos XI, XII y XIII que se guardan en los museos de Vic, Barcelona y Lérida. Suelen tener en el centro un medallón o compartimiento con la imagen de Jesucristo en majestad, o sea, sentado de frente y en actitud de bendecir (o de la Virgen con el Niño) y a sus lados, otros compartimentos con varias escenas de la vida del santo titular de la iglesia o figuras de apóstoles. Se conservan también algunas arquetas (o fragmentos de ellas) con pinturas, como la antigua arca-sepulcro de San Isidro, hechas de madera y forrada de cuero pintado que se guarda en el palacio episcopal de Madrid y cuyas pinturas alusivas al santo datan de finales del siglo XIII y pueden considerarse todavía como románico-góticas de transición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario